La trayectoria de la Geografía como ciencia escolar tuvo inicio aún en el siglo XIX. En 1837, la Geografía fue implantada como disciplina escolar obligatoria por primera vez en Brasil, hecho que sucedió en el Colegio Pedro II (Río de Janeiro). El principal objetivo de instituir así ciencia era la capacitación política de una capa de la élite brasileña que pretende insertarse en los cargos políticos y en las demás actividades relacionadas.
Alrededor del año de 1900, la ciencia se consolidó en las escuelas de prácticamente todo el territorio brasileño. La principal característica de ese momento era la diseminación de la idea de conocerse los aspectos naturales regionales, con el objetivo de crear en el estudiante un sentimiento de patriotismo.
Cinco años más tarde, en 1905, fue lanzado el libro Compendio de Geografía Elemental (de Manuel Said Allí Ida). En ese trabajo el principal foco era el abordaje de Brasil de manera regionalizada, con objetivo de conocer mejor los aspectos regionales del país.
En 1934, la Geografía llegó a las instituciones universitarias, pues el curso fue implantado en la Universidad de São Paulo. El cuadro de profesores era formado por docentes de tendencias tradicionales, influencia de la escuela francesa.
En el año de 1966, Yves Lacoste publicó su obra Geografía del Subdesenvolvimento. A partir de ese hecho tuvo inicio las primeras propuestas oriundas de las ideas de la Geografía crítica en Brasil. En los años 70, periodo en el cual el país vivenciou una dictadura militar, la Geografía y la Historia fueron unificadas en una única disciplina, denominada de Estudios Sociales. Esa iniciativa del Gobierno Militar visaba cohibir el surgimento de movimientos, apoyados en la idea de que la Geografía y la Historia figuraban como una amenaza política.
A finales de la década de 70, en 1978, el mayor geógrafo brasileño, Milton Santos, lanzó una obra intitulada de Por una Geografía Nueva. Este trabajo despertaba la importancia de la realización de estudios dirigidos a las relaciones sociales y sus problemas.
Doce años más tarde, después de la publicación de una pesquisa en que quedó comprobado el bajo nivel de conocimiento acerca de la Geografía, fue abierto en Brasil debates y discusiones sobre las perspectivas de la ciencia para el siglo XXI, especialmente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En 1993, el núcleo de Pesquisa Sobre Espacio y Cultura de la Universidad Estatal de Río de Janeiro fue inaugurado. Y por fin, una de los cambios de mayor relevancia en Brasil sucedió en 1998, con el lanzamiento oficial de los objetivos de la Geografía, que afirma que los educandos necesitan conocer y comprender las relaciones entre la sociedad y también la dinámica de la naturaleza y sus paisajes.
Por Eduardo de Freitas
Graduado en Geografía